.

.
.

15.7.15

EL VALOR DE LA HONESTIDAD



Honestidad es la práctica de una conducta recta, ajustada a principios y compromisos; garantiza la confianza, la seguridad, el respaldo: en una palabra, la integridad.

Ser honesto implica el cumplimiento estricto del deber, hablar y obrar con sinceridad, actual con decencia, administrar adecuadamente lo que se tiene a cargo y no aparentar o exagerar para obtener beneficios o causar buena impresión; de esa forma las personas sabrán con certeza que las cosas son como parecen ser.


Se debe empezar por ser honestos consigo mismo, evitar el engaño, las promesas que de antemano no se van a cumplir, las falsas apariencias, la falta de coherencia entre los actos y las palabras.  Cuando alguien no es honesta consigo mismo, generalmente tampoco lo es con los demás.


La honestidad es amiga del honor, la veracidad y la decencia; es obrar correctamente, reconociendo los errores y manteniendo la conciencia limpia; es seguir unos principios y valores que,  sin importar la adversidad o las presiones exteriores, nos permitan actuar con rectitud.









Reflexiones:
  • ¿Practico la honestidad?
  • ¿Me permito a veces pequeños engaños?
  • ¿Hablo en todo momento con sinceridad?
  • ¿Pienso y actúo por convicción y principios?
  • ¿Soy transparente, me muestro tal como soy?
  • ¿Cumplo mi palabra?
  • ¿Evito enjuiciar a los demás?
  • ¿Evito hablar mal de alguien, menos aún si está ausente?
  • ¿Evito las exageraciones y las mal llamadas “mentiras piadosas”?
03/2007 DRH/MFP